Lejos de concretar un trabajo legislativo serio, las reuniones plenarias se convierten en salidas para relajarse o de excesos para los legisladores.
Período tras período, algunas fracciones en la Cámara de Diputados o el Senado escogen distintos estados para definir las prioridades legislativas, aunque también acuden a hoteles de descanso o destinos turísticos para alejarse del recinto legislativo.
Algunas reuniones plenarias han coincidido con juegos deportivos como el Súper Tazón, o partidos de la selección mexicana, que aprovechan los legisladores para olvidarse de los trabajos y disfrutar. Ya en la noche, aprovechan sus cenas para convertirlas en tertulias o momentos de bohemia, y acompañados de grupos musicales y bebidas alcohólicas, disfrutan de largas horas.
En 2009, la bancada del PAN en el Senado que encabezaba entonces Gustavo Madero, dejó los trabajos parlamentarios a un lado para disfrutar del Súper Tazón. Hospedados en un hotel de descanso y de gran lujo en Cuernavaca, Morelos, algunos dejaron trajes y ropas formales para dirigirse al bar y disfrutar del encuentro entre cervezas, y distintas botellas de alcohol.
Algunos integrantes de aquella fracción siguieron con la fiesta en pleno bar y pese a que tendrían la visita del entonces secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont y de su líder nacional, Germán Martínez, los senadores gozaron del karaoke y el alcohol hasta la madrugada.
Otra reunión plenaria que sirvió para el relajamiento, fue una en Mérida, Yucatán, en pleno sexenio de Felipe Calderón, donde legisladores cerraron trabajos visitando la zona arqueológica de Chichén Itzá y dejaron para después el diferendo que se había presentado entre Calderón y el entonces líder nacional, Manuel Espino.
PRI DISFRUTA DEL LUJO
En enero de 2008 diputados del PRI eligieron un exclusivo hotel de Cancún, Quintana Roo, para celebrar su reunión plenaria, previa al período ordinario de sesiones. Era la 60 Legislatura y hubo cenas con grupos musicales, espectáculos de bailes, luces y fuegos artificiales.
