Los padres con hijos en escuelas públicas de nivel básico desembolsaron 6 mil 665 millones de pesos en cuotas escolares en un año lectivo.
Esta cifra representa la quinta parte del presupuesto de la Universidad Nacional Autónoma de México en 2013 y 926 millones más del presupuesto que tuvo el Consejo Nacional de Fomento Educativo (Conafe) en el mismo año. Se realizó este cálculo con base en la información de los Formatos 911 correspondientes al inicio del ciclo 2012-2013.
Los Formatos 911 son cuestionarios que la Secretaría de Educación Pública (SEP) levanta al inicio y fin de cada ciclo escolar en todas las escuelas del país.
Entre la información que los planteles deben proporcionar está el “gasto promedio anual en cuotas” que un alumno, o su familia, desembolsa en un año lectivo. En este concepto las escuelas deben considerar gastos “que requieran un desembolso para las familias; por ejemplo, las aportaciones a la Asociación de Padres de Familia o alguna ayuda para el arreglo de la escuela o para equipar laboratorios y talleres, etcétera”.
De acuerdo con el análisis, un alumno de preescolar paga -en promediouna cuota de 362 pesos al año, en tanto que el de primaria desembolsa 246 pesos y el de secundaria 349 pesos. Estas cantidades parecen a primera vista insignificantes, pero se convierten en montos considerables cuando se suman las aportaciones de los más de 20 millones de estudiantes que hay en las escuelas públicas de nivel básico.
En nivel preescolar, los ingresos por cuotas ascendieron a mil 259 millones de pesos en el ciclo escolar 20122013. En el mismo periodo, los padres con hijos en primaria aportaron 3 mil 144 millones de pesos. Las secundarias generales, técnicas y telesecundarias recibieron en su conjunto 2 mil 262 millones de pesos por el mismo concepto.
En total, los padres de familia desembolsaron 6 mil 664 millones de pesos en cuotas.
Seis entidades concentran la mitad de las aportaciones: en el Estado de México los padres de familia dieron 950 millones de pesos (mdp); en Nuevo León, 553 mdp; Puebla, 538 mdp; Jalisco, 500 mdp; Veracruz, 408 mdp, y Chihuahua, 329 mdp. Las bases de los Formatos 911 se obtuvieron a través de la solicitud de información pública 00011001-42113 dirigida a la SEP.
GRATUIDAD, EN ENTREDICHO
La Ley General de Educación, reformada en septiembre de 2013, no prohíbe las cuotas escolares, aunque señala que son voluntarias y no se puede condicionar la prestación del servicio educativo a su pago.
Para Manuel Gil, investigador de El Colegio de México (Colmex), existe una contradicción entre esta ley y el artículo tercero constitucional, que establece que la educación debe ser gratuita. “La gratuidad no admite grados, significa que el Estado debe hacerse cargo de todos los costos que implica el derecho a la educación. Cuando la escuela pública le cuesta algo a los padres de familia, puede ser barata, pero no gratuita. “Cuando el monto que destinan los padres es de tal magnitud, podemos considerar que la educación en México no es gratuita. Y esta cantidad es apenas lo que se reconoce que se paga por cuotas. Hay otras aportaciones de los padres de familia que no son económicas, sino en trabajo”, explicó.
El experto añadió que son los más pobres quienes aportan más recursos a sus escuelas, porque son las más abandonados por los estados.
FALTA RENDICIÓN DE CUENTAS
Alexandra Zapata y Ariadna Camargo, del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), explican que los Consejos Escolares de Participación Social de las escuelas son los que deben rendir cuentas sobre el monto y el uso de los recursos que provienen de fuentes distintas al gobierno. “El problema es que no todas las escuelas cuentan con un consejo escolar o muchas veces éstos no están conformados como se debe”, comentan.
Dado que el director tiene libertad de elegir a los miembros del consejo, “puede colocar a un maestro afín e incluso a un profesor que también sea padre de familia en representación de estos últimos”, señalaron las también responsables de la iniciativa Mejora tu Escuela.
Datos de la SEP muestran que el 25% de las escuelas públicas carece de un Consejo Escolar de Participación Social.
Denuncian opacidad en el destino de las aportaciones
A más de tres años de publicado el lineamiento para que las escuelas rindan cuentas y hagan transparentes los recursos de las cuotas escolares y cooperaciones voluntarias de los padres de familia, la Secretaría de Educación Pública (SEP) mantiene en la opacidad la cifra que cada mes de junio debiera presentarse en el registro público de los Consejos Escolares de Participación Social en la Educación.
En tanto, en escuelas de varias entidades continúan las denuncias sobre el uso, destino y desvío de los recursos que aportan los papás de los niños de escuelas de preescolar, primaria y secundaria, que van de los 50 pesos hasta los mil pesos por alumno.
Felipe de Jesús González Marín, presidente de la Asociación Estatal de Padres de Familia de Querétaro, asegura que hay entre 14 y 16 denuncias ante diversos juzgados en la entidad, donde se investiga el presunto robo o desvío de montos que van de los 200 mil a los 600 mil pesos por escuela.
Se trata de investigaciones en torno al uso de los recursos que se recaudaron mediante cuotas escolares y por actividades deportivas o culturales que desarrollan los padres de familia para mejorar la infraestructura escolar.
Las denuncias se han presentado principalmente en los municipios de Querétaro, San Juan del Río, Amealco y Cadereyta. Leopoldo García, presidente de la Federación Nacional de Asociaciones de Padres de Familia -que representa a las organizaciones de poco más de 200 mil escuelas de todo el país-, estima que por año se recaudan alrededor de 7 mil millones de pesos, tan sólo por el concepto de cuotas escolares, fondos que siguen sin hacerse transparentes.
A ello debe sumarse que no hay una rendición de cuentas sobre los recursos que ingresan en las tiendas, cooperativas o comedores escolares, que se calcula duplican la cifra obtenida por las cuotas voluntarias.
El dirigente de los padres de familia asegura que existe “omisión por parte de la SEP en el seguimiento a esos temas. Todo se origina porque los consejos de participación social en las escuelas no están funcionando, sólo han servido para abrirle la puerta a organizaciones de la sociedad civil para opinar sobre temas como lectura y violencia, pero no a los verdaderos interesados, que son los padres de familia”.
