El Gobierno de México ha solicitado al gobernador de Texas, Rick Perry, y a la Junta de Perdones y Libertad Condicional de ese estado aplazar o conmutar la ejecución de Tamayo, condenado a muerte por el asesinato en 1994 del agente de la policía Guy Gaddis en Houston. (ARCHIVO)
Estados Unidos insistió hoy en que únicamente las autoridades del estado de Texas pueden detener la ejecución del reo mexicano Edgar Tamayo, prevista para dentro de una semana, y pronosticó que si finalmente se le aplica la sentencia habrá una gran "indignación" dentro y fuera de México.
Una alta funcionaria del Departamento de Estado, que pidió el anonimato, recordó que el propio secretario de Estado, John Kerry, urgió en diciembre a las autoridades de Texas a revisar el caso de Tamayo debido a la violación de sus derechos consulares, tal y como exige una orden de la Corte Internacional de Justicia (CIJ).
"Seguiremos intentando asegurar que esa decisión (de la CIJ) se implementa antes de cualquier fecha de ejecución, pero esas decisiones están en último término en manos del estado", señaló la funcionaria en un encuentro con periodistas.
El Gobierno de México ha otorgado una gran importancia al aplazamiento de la ejecución de Tamayo, por lo que se espera que Kerry converse sobre el caso con el canciller mexicano, José Antonio Meade, durante la reunión bilateral que ambos mantendrán el viernes en el Departamento de Estado, según la fuente.
Estados Unidos no cree, no obstante, que el asunto vaya a enturbiar el ambiente en la Cumbre de Líderes Norteamericanos que se celebrará el próximo 19 de febrero en Toluca (México), y a la que asistirá el presidente estadounidense, Barack Obama, apuntó la funcionaria.
"Pero sí espero que si el señor Tamayo es ejecutado, habrá indignación y preocupación tanto en México como en otras partes", admitió.
"Éste no es sólo un asunto bilateral, hay muchos, muchos otros países que han expresado su preocupación sobre este caso y otros" de condenados a pena de muerte en los que supuestamente ha habido violación del derecho al acceso consular, agregó.
El Gobierno de México ha solicitado al gobernador de Texas, Rick Perry, y a la Junta de Perdones y Libertad Condicional de ese estado aplazar o conmutar la ejecución de Tamayo, condenado a muerte por el asesinato en 1994 del agente de la policía Guy Gaddis en Houston.
En una carta enviada a Kerry el año pasado, el embajador de México en EU, Eduardo Medina Mora, advirtió de que la falta de revisión de las sentencias a pena de muerte pese a la orden de la CIJ "se ha convertido y podría seguir siendo un significativo motivo de irritación en las relaciones entre nuestros dos países".
Tamayo sería el tercer mexicano en ser ejecutado desde que la CIJ emitió en 2004 su decisión, conocida como Fallo Avena, en la que ordenaba a EU la revisión de los casos de los mexicanos condenados a muerte cuyo derecho a la notificación consular fue violado, para determinar el daño ocasionado debido a ello.
Según la funcionaria, "desde que surgió el primer caso tras el fallo Avena" Estados Unidos ha estado "trabajando tan duro como posiblemente ha podido para implementar la decisión", ya que considera que el derecho a la notificación consular, estipulado en la Convención de Viena, "es esencial".
"Al tiempo que hemos pedido a cada estado que implemente la decisión Avena con una revisión del caso, simultáneamente hemos acudido al Congreso para intentar que apruebe una solución legislativa, con el fin de asegurar que esa revisión se lleve a cabo en cada uno de los casos", apuntó la fuente.
Pese a las peticiones de clemencia, el gobernador de Texas ha insistido en que Tamayo "está sujeto a las leyes estatales" y ya ha sido sometido a un "juicio justo", por lo que nada parece impedir de momento su ejecución el próximo 22 de enero.
