Toman control. Elementos de la Policía Federal arribaron ayer martes al municipio de Apatzingán, para tomar el control del Palacio Municipal, donde el pasado fin de semana fueron incendiadas algunas áreas.
Las fuerzas federales desplegadas en Michoacán tomaron ayer el control de los bastiones del cártel de los Caballeros Templarios.
Dos días después que el gabinete de seguridad nacional sesionó en Morelia para revisar la situación en la entidad, militares y agentes federales desarmaron a policías municipales en Apatzingán y casi de manera simultánea en Uruapan. Estas corporaciones son acusadas por grupos de autodefensa de proteger y trabajar para los Templarios. En ambas localidades los federales asumieron las labores de seguridad pública.
En total, diez mil militares y federales están desplegados en Michoacán, en municipios de la región de Tierra Caliente y en las zonas limítrofes con otros estados. Cerca de seis mil de ellos se encuentran principalmente en Apatzingán y Uruapan. En estos municipios se analiza la instalación del centro de mando, en coordinación con autoridades del estado. El resto tomó posiciones en los límites con Guerrero, Querétaro, Jalisco, Guanajuato y Colima.
En decenas de vehículos artillados, militares y agentes arribaron al mediodía a Apatzingán y se apostaron en los accesos y el Centro de la ciudad. Otro convoy cercó la sede de la Dirección de Seguridad Pública Municipal y comenzó a desarmar a los policías locales. Armados con metralletas, equipo táctico y unidades artilladas, formaron una valla en torno al recinto gubernamental.
El ingreso de las fuerzas federales por tierra y aire en Apatzingán se llevó a cabo sin resistencia. Según versiones de los pobladores, los Templarios huyeron a las comunidades aledañas y a los cerros, donde mantienen vigilancia de las actividades que realizan las autoridades.
Pocos fueron los habitantes que se aventuraron a salir a las calles, tomaron sus celulares y comenzaron a fotografiar a las fuerzas federales. Debido al temor en la comunidad, la mayoría de los comercios permanecieron cerrados.
En medio de este reforzamiento en la seguridad en Apatzingán, el gobernador Fausto Vallejo participó en una reunión celebrada en la 43 Zona Militar acompañado de representantes del Gobierno federal. Al encuentro acudieron mandos castrenses y de la Policía Federal, así como representantes de grupos de autodefensa.
En Uruapan, aeronaves de la Fuerza Aérea con tropas provenientes de otras regiones militares arribaron al aeropuerto. En tanto, la Policía Federal asumió la seguridad en Nueva Italia (Múgica), y acordó que grupos de autodefensas realicen patrullajes desarmados.
