Tensión. Integrantes de los grupos de autodefensas de tierra caliente recorrieron las rancherías de Parácuaro, Michoacán.
"Préndele a esa madre, préndele", da la orden un joven de no más de 18 años, a otros de su misma edad que llevan botellas llenas de gasolina.
Sin dudar, entre gritos de júbilo, el resto de los muchachos "baña" de combustible la camioneta repartidora de una empresa transnacional.
"¡Aguante, aguante, no tome fotos!", advierte al reportero otro de los incendiarios que, como el resto, actuaron encapuchados y con rapidez.
En minutos tenían en llamas tres vehículos, uno de los cuales atravesaron en el arco que da la bienvenida a Parácuaro, localidad que desde el sábado fue tomada por grupos de autodefensa procedentes de Tepalcatepec y Buenavista Tomatlán.
Las protestas por la presencia de civiles armados en Parácuaro cumplieron ayer cinco días y amenazan con prolongarse.
La tierra del cantante Juan Gabriel se ha convertido en campo de batalla, como otras que disputan grupos antagónicos en esta región de la Tierra Caliente.
Ayer los bloqueos se extendieron por varios puntos de la autopista Cuatro Caminos-Apatzingán, así como en los accesos a Parácuaro y la comunidad de El Ceñidor.
"Hasta que no nos retiren a esa gente (autodefensas) nosotros vamos a continuar los bloqueos", advirtió Rafael Centena, a quien los manifestantes llaman "El Profe".
El hombre robusto y de sombrero es uno de los que coordina la movilización contra los autodefensas.
Rechaza que los inconformes estén siendo financiados o apoyados por grupos delictivos y acusa a las autoridades de eludir el conflicto.
"Desafortunadamente el Ejército Mexicano no ha tenido las agallas suficientes para solventar este tipo de problemas. No son capaces de ir a enfrentarse a esa gente o a retirarla", afirma.
Ayer, los bloqueos comenzaron a las 12:00 y se extendieron hasta las 15:15 horas, afectando el corredor que va desde Nueva Italia hasta Tepalcatepec.
Personas ajenas al conflicto debieron caminar largas distancias, incluyendo una mujer de 62 años que se desvaneció en el bloqueo que había a la altura de El Ceñidor.
"La hicieron caminar como un kilómetro", reprocha un taxista que llegó en auxilio de la señora.
Y es que los manifestantes tenían órdenes de cerrar los cuatro carriles de la autopista y no dejar pasar nada, excepto una camioneta blanca cuyos tripulantes argumentaron llevar a un paciente que se iba desangrando. Querían llegar a un hospital de Apatzingán.
"Revisen, revisen, a ver si es cierto que se va desangrando", gritó una mujer que apoyaba al movimiento contra autodefensas.
A los sitios del bloqueo arribaron camionetas, algunas con placas americanas, para repartir botellas con agua y alimentos a los manifestantes, entre los que había hombres, mujeres y niños.
"Estamos aquí haciendo la actividad con alumnados, con comerciantes, con tianguistas, con cortadores de limón, si usted se fija somos puro pueblo. Ellos (los autodefensas) argumentan que nos están pagando; yo quisiera ver ese cheque, esa nómina", desafió Centeno.
Ayer, manifestantes y autodefensas rechazaron estar vinculados a grupos criminales. Argumentaron seguir intereses ciudadanos.
"Peña Nieto queremos paz. Ya no enfrentes a los pueblos de Michoacán apoyando a los grupos de autodefensa", se leía en una manta que fue colocada en el puente que va a la comunidad de Úspero, dentro de la zona del conflicto.
Durante las tres horas que duraron los bloqueos, ninguna unidad militar o de la Policía Federal se hizo presente.
Por quinto día desde la incursión de autodefensas el sábado, los pobladores estrangularon vialidades para exigir la intervención federal y del Gobierno del Estado para expulsar a los civiles armados.
Una docena de tráileres, camiones y vehículos repartidores fueron retenidos y atravesados en los puntos del bloqueo.
También se apoderaron de la camioneta de una empresa mueblera, la cual descargaron para utilizarla en la quema de automotores.
En ella se desplazaron los jóvenes que, empleando gasolina en botellas, prendieron fuego a un camión de la Coca Cola, uno de la cervecería Corona y a la unidad de Sabritas.
"Vamos a seguir en la lucha. Si el Gobierno está terco en no hacernos caso, nosotros somos tercos en seguir bloqueando", sentenció otro de los manifestantes.
Muere presunto capo de 'La Familia'
Jesús Salazar, alias "El Tuzo" y presunto capo de La Familia Michoacana que controlaba gran parte de municipios del sur del estado de México, murió durante un enfrentamiento con integrantes de la Marina y la Secretaría de la Defensa Nacional, junto a otro lugarteniente que no ha sido identificado.
Los hechos se registraron la tarde del martes y fuentes policiacas confirmaron el deceso el miércoles, luego que los restos del presunto delincuente fueran trasladados a las instalaciones de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Michoacán.
Este sujeto fue vinculado con recientes ejecuciones en el Valle de Toluca, incluyendo el descuartizamiento de más de diez personas, cuyos restos aparecieron en vehículos y abandonados en bolsas el año pasado.
