Apoyo. Más de 500 policías estatales, apoyados por un helicóptero federal ingresaron al cereso de Iguala donde la madrugada de ayer viernes un enfrentamiento dejó saldo de nueve muertos.
La Procuraduría de Guerrero abrió una investigación contra el director del penal de Iguala, custodios y prisioneros para indagar su posible participación en el asalto que dejó nueve muertos.
La irrupción se produjo durante de la madrugada de ayer cuando un comando de seis personas sometió a un custodio, ingresó al penal y mató a cuatro internos.
Cinco de los agresores fueron abatidos luego por custodios y uno de ellos quedó lesionado, lo mismo que uno de los guardias del centro penitenciario.
Por la tarde, más de 500 policías federales y estatales, además de elementos militares, ingresaron a las instalaciones de la penitenciaría, donde revisaron y sometieron a los internos.
Trece prisioneros identificados como de alta peligrosidad fueron llevados a la delegación de la Procuraduría General de la República (PGR) en Chilpancingo para que rindieran declaración sobre los hechos.
El vocero del Gobierno estatal, José Villanueva Manzanarez, informó que la Procuraduría de Justicia inició una investigación contra el director y custodios.
"No estamos diciendo que sean culpables, sólo se les va a investigar", refirió.
El funcionario afirmó que al parecer, el grupo armado ingresó al penal para dar muerte a algunos reos.
"No sabemos a qué reos iban a matar, pero una de las hipótesis es que ese fue el motivo, pero la Procuraduría de Justicia realiza las investigaciones para esclarecer estos hechos", afirmó Villanueva. Los reos que murieron fueron identificados como Ismael Ocampo Álvarez, Jesús Leonardo Díaz Martínez, Epifanio Adame Romero y Miguel Ángel Martínez Martínez.
Ayer en la tarde, elementos de la Policía Federal y de la Policía Estatal tenían bajo control las instalaciones de esta cárcel donde hay una población de 200 reos que cohabitan en condiciones deplorables por las deficientes instalaciones y calidad de servicio humanitario.
Los nueve cadáveres (cinco pistoleros y cuatro reos) fueron llevados al Servicio Médico Forense (Semefo) de esta ciudad donde se les realizó la necropsia de ley.
Tras la irrupción del grupo armado al penal ubicado en las cercanías de la Laguna de Tuxpan, efectivos de la Marina, del Ejército Mexicano y de la Policía Federal, realizan patrullajes por las calles y avenidas, además instalaron retenes de revisión en las entradas y salidas de esta ciudad. Y es que, de acuerdo con fuentes policiales, se espera que pueda haber una respuesta violenta por parte de la delincuencia organizada luego que cinco de sus integrantes murieron en estos hechos.
SE FUGAN EN MORELOS
En tanto, se dispuso un operativo por tierra y aire para localizar y reaprehender a cuatro internos que se fugaron del Cereso de Atlacholoaya, Morelos.
En el dispositivo también participan elementos de la Policía Estatal Acreditable, del Grupo de Operaciones Especiales (GOES) y de la Policía Preventiva Estatal.
La SSP instaló cuatro cercos en la carretera federal Cuernavaca-Acapulco.
Advirtió CNDH por ingobernabilidad
En los penales de Guerrero no existe un programa eficiente que garantice que los reos tengan una reinserción social.
Así lo señaló la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) en su Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria difundido en noviembre pasado.
El organismo detectó que en los 18 penales de Guerrero existen áreas de privilegios, objetos y sustancias prohibidas, además de reos que ejercen violencia o control sobre el resto de la población.
La CNDH ubicó a Guerrero en el lugar 21 de las 32 entidades federativas en cuanto a los aspectos de garantía de la integridad física y moral del interno.
El informe destaca que se detectaron cobros por parte de los internos para el mantenimiento de dormitorios, uso del teléfono y para no realizar labores de limpieza.
Además, sobrepoblación, hacinamiento y mala alimentación.
Observó también deficiencias en los servicios para mantener la salud de los internos, falta de equipo médico, unidad odontológica, instrumental, personal médico, de medicamentos y material de curación.
Otra de las deficiencias que destacó la CNDH es que en las cárceles no hay suficiente personal de seguridad, sobre todo en las áreas donde están las internas.
