"Cuenta la leyenda", "dicen que en la calle tal", "cuentan por ahí". Son las expresiones más comunes de los tradicionales relatos llamados leyendas. El acervo cultural en México es amplio y dentro de tradición oral se encuentran sin número de narraciones en este género literario. En la mayoría de República Mexicana conocemos relatos que toman parte de la realidad y se mezcla con lo sobrenatural, aquello que no es comprensible a la luz de la lógica, pero que hace de la leyenda una interesante forma de conocer el modo de pensar y sentir de las personas que la protagonizan y de las que trasmiten la narración.
En el fondo de la historia, se encuentra en gran medida escondido entre los velos del sentido figurado y la simbolización la forma de vida de aquel tiempo, así como sus miedos y angustias. Pero también se encuentran las virtudes que consideraban como valiosas. Esto nos revela la forma que influye la ideología tradicional, la doctrina religiosa y los acontecimientos sobre la forma de pensar de una nación que se encontraba en plena formación.
Además del gran peso que toma la parte espiritual de la Nación, porque muchas de estas leyendas tienen como protagonistas que por amor, venganza, error o castigo sufren la pena de deambular después de la muerte en los lugares que frecuentaban, ya sean conventos, calles o casas.
Esta composición poética, tiene más datos aportados por la tradición y por ideas maravillosas que por hechos históricos, sin embargo tienen un sustento de sucesos reales que dan pie a situaciones legendarias y éstas son las que pasan a la posteridad por medio de la tradición oral y con el encanto de ser consideradas como acontecimientos que no se pueden explicar pero que conforme transcurre el tiempo generan una identidad al lugar donde se desarrollo tal evento.
Es relevante que el auge de las leyendas en México se dio en el tiempo inmediato posterior a la conquista, en un choque cultural y de pensamiento de dos poblaciones totalmente diferentes. La identidad por la cual se conoce el lugar en el cual se desarrollan, es sujeto de gran atractivo y realza la esencia de comunidad entre los pobladores.
Pese a que no se ubique concretamente el lugar genera el clima de pertenencia de lo ocurrido con los habitantes, se adopta el relato y éste es el caso de la muy conocida leyenda de la llorona, que es típica de la Ciudad de México pero que extiende su dominio a sitios aledaños que estén relacionados con noches lluviosas o ríos y lagos. Llena al pueblo mexicano de pena con los lamentos que profiere por sus desdichados hijos, hay quienes refieren que los lamentos eran por los hijos indígenas que sufrían por la reciente conquista. También existen rastros del pasado prehispánico que se hacen presentes en bellas narraciones como la de las dos mujeres que se convirtieron en flores llamadas "Xtabany y Xtabentun" la última es el nombre de una flor aromática y delicada.
Estas leyendas forman piezas claves de la diversidad cultural, y como piezas separadas no son pocos quienes han querido recolectar una muestra de la tradición que nos caracteriza, entre ellos don Artemio de Valle Arizpe diplomático mexicano quien relata en sus textos sucesos de la colonia con gran maestría, que están reunidos en más de 50 títulos, "Historia, tradiciones y leyendas de las calles de México" y "Leyendas mexicanas" son unos de los títulos donde reúne las narraciones de este género más típicas del País. Por lo que se convierten en una alternativa viable para quienes quieren conocer lo que se ha venido contando de generaciones atrás sobre los sucesos relevantes y fantásticos del México colonial y post-colonial, de tal modo que también podamos adentrarnos, sentir y formar parte de nuestra tradición en esos relatos que permanecen vivos hasta nuestros días.
