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TOLUCA, Méx.- Las pequeñas células de distribuidores de drogas al menudeo que sirven a los grandes cárteles y operan en el centro del país, ahora buscan refugio en los pueblos más alejados de las cabeceras municipales.
En el medio rural el narcotráfico ha encontrado un nuevo mercado cautivo entre los jóvenes y niños campesinos de bajos recursos, asentados en zonas semiurbanas o rurales con alto grado de marginación.
Los datos estadísticos más recientes del sector salud del gobierno estatal, indican que el consumo de enervantes entre la población infantil mexiquense va en alarmante aumento y que municipios donde hasta hace poco era imposible pensar en la existencia de un "mercado cautivo", el narcomenudeo ha logrado penetrar de forma relevante, como en Villa del Carbón, Tejupilco y Toluca.
Eva Hortensia Fuentes Rodríguez, jefa del Departamento Contra las Adicciones del gobierno mexiquense, admitió que el consumo de drogas entre la población infantil va en aumento; destacó cifras oficiales que indican que los niños mexiquenses se inician en las droga a los diez años y alrededor de los 19 ya enfrentan fuertes crisis adictivas.
Actualmente el consumo de alcohol y tabaco encabeza la lista de sustancias tóxicas de mayor consumo en la entidad, sin embargo, los inhalables, como solventes y cemento, se ubican en el segundo sitio y con una mayor penetración y uso entre los niños de la calle y menores de escasos recursos y zonas rurales.
La funcionaria informó, por otra parte, que los siete Centros de Integración Juvenil que existen en el estado de México atienden actualmente a mil 956 jóvenes adictos, procedentes principalmente de Nezahualcóyotl, Ecatepec, Tlalnepantla, Naucalpan y Toluca, los cuales ocupan los primeros sitios a nivel estatal.
Destacó que recientemente se detectó un incremento sustancial en el consumo de tabaco entre las mujeres de Naucalpan, mientras el consumo de drogas que generan una mayor dependencia, como la cocaína y el éxtasis, comienza a observarse entre población menor de 18 años y en municipios con rasgos rurales como Villa del Carbón, Tejupilco y Valle de Bravo. En este último, la población flotante y de altos ingresos procedente en especial del Distrito Federal, impacta por la presencia de expendedores y distribuidores.
