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Hábitos perniciosos y costumbres dañinas

PALABRAS DE PODER

JACINTO FAYA VIESCA

"Los hábitos del hombre forjan su propia fortuna, expresó el romano PUBLILIO SIRO. Y por su parte, SHAKESPEARE, en su más grande tragedia titulada Hamlet, expresó en boca de uno de sus personajes: "La costumbre puede llegar a cambiar la misma naturaleza." Es decir, que es tan poderosa la costumbre que puede cambiar, para bien o para mal, las cualidades y deficiencias con las que nacimos.

Lo anterior viene a relación cuando hemos tomado la decisión de hacernos cargo de nuestra propia vida. Hemos decidido abandonar hábitos y costumbres que han dañado nuestra vida y la existencia de personas cercanas a nosotros. Los hábitos de fumar, comer con exceso, estallar en ira incontrolada; las costumbres de abandonar lo que empezamos con tanto entusiasmo, la pereza y desidia como forma de vida, la costumbre de no enfrentar los problemas, sino el huir y tratar de escondernos, etc.

Pero, ¡ya!, por fin, nos hemos dado cuenta que nuestros hábitos perniciosos y costumbres anómalas nos han dañado severamente, y que llegó la hora de emprender una nueva vida. Lo más importante, es habernos dado cuenta de que nuestros hábitos y costumbres así como nos han destruido, también nos pueden reconstruir, tal y como lo dijo el genial novelista francés, MARCEL PROUST: "La costumbre es una segunda naturaleza que destruye la primera."

En efecto, la costumbre de huir ante los problemas, la podemos destruir con la nueva costumbre de enfrentar con resolución y valentía los problemas que lleguen a nuestra existencia. Los hábitos de fumar, comer con exceso, tomar bebidas alcohólicas sin medida, tener a la pereza y a la desidia como compañeras permanentes, han creado una costumbre de abandono de nuestra persona; pero esta maligna costumbre la podemos destruir con nuevas costumbres orientadas a cuidar nuestra salud, a extinguir nuestra pereza y dejadez, y vestirnos de gala con las nuevas costumbres que forjen nuestra buena fortuna. Al querer cambiar nuestras vidas, nos asaltan sentimientos de que ese cambio puede agredir nuestra existencia, y seguimos resistiéndonos al cambio; pero si persistimos, caeremos en la cuenta, que lo que sí se va a ver agredido es simplemente nuestros pésimos hábitos y desastrosas costumbres, no nuestro ser.

Los psicoanalistas, NEWMAN y BERKOWITZ, afirman, que son "los malos hábitos mentales y de conducta los que han envenenado nuestras vidas. Liberarse de ellos requiere una gran perseverancia. No es suficiente desear cambiar. Es necesario que queramos desearlo. Debemos querer aun cuando no lo deseemos. Hay varias maneras de expresarlo. Algunas de ellas parecen muy anticuadas, como por ejemplo: "El precio de la libertad es la vigilancia eterna", o bien: "Inténtalo una y otra vez". Es ridículo, pero cierto. Debemos vigilar lo que hacemos. Cada vez que cejemos en nuestro esfuerzo, sólo debemos detenernos, girar en redondo y darnos un empujón."

CRITILO nos dice que los grandes psicoterapeutas NEWMAN y BERKOWITZ, después de haber atendido pacientes durante décadas, confirmaron una eficacísima forma de cambiar nuestras vidas, al destruir hábitos y costumbres severamente dañinos, sustituyéndolos por hábitos y costumbres contrarios. Esta técnica, es propia de la terapia Conductista, contraria a la técnica Psicoanalítica; así, que siendo recomendada una técnica de cambio de conducta por dos psicoanalistas, la recomendación nos resulta enormemente valiosa. ¡Tan valiosa, que de empezar a aplicarla, quedaremos deslumbrados, como quien ve verdaderos milagros!

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