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El 2 de octubre queda en la memoria

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YOHAN URIBE JIMÉNEZ

A 40 años de la matanza de Tlaltelolco todavía son muchas las secuelas que quedan y cada año se conmemora el movimiento estudiantil.

1968 fue el año en el que el mundo adquirió una nueva visión de la realidad, cientos de manifestaciones universitarias alrededor del mundo, que tomaron como ejemplo Compostela, resonaron en el hemisferio, estudiantes y obreros franceses se unieron en mayo y paralizaron el país. La lucha por los derechos civiles, el desacuerdo a la guerra de Vietnam y la muerte de Martín Luther King, se sumaron al clima de inconformidad de una serie de sistemas políticos que reclamaban una mayor participación de los sectores populares.

A todas estas manifestaciones sociales se sumaron los cambios contraculturales que llegaron con el desarrollo de tecnologías de comunicación y la naciente fiebre por las drogas psicodélicas. La revolución sexual, la primavera de Praga, el feminismo moderno, el arte que proponía una reivindicación del individuo frente al estado y la toma de conciencia de los estudiantes de América Latina, incluyendo a México, fue el panorama de 1968.

Pero también el 68 marcó trágicas fechas en los anales de la historia, así como en Vietnam la masacre de My Lai, en la que murieron cientos de niños, mujeres y ancianos, causó repudio por parte de la comunidad internacional, en México la masacre del dos de octubre en Tlaltelolco, ocupó varios espacios en la prensa internacional que condenó el hecho y observó con malos ojos, la actuación del mismo gobierno que inauguraría diez días después los XIX Juegos Olímpicos en la ciudad universitaria, de donde provenían la mayor parte de las víctimas.

EL ORIGEN DEL CONFLICTO

Una extensa bibliografía habla de las posibles razones, los momentos exactos y la cronología de lo sucedido en la Plaza de las Tres Culturas del Tlaltelolco. La mayoría coinciden en aseveraciones como que 1968 fue un año en el que los movimientos estudiantiles habían tomado una importancia relevante no sólo en México sino en el resto del continente. Por lo que una serie de represiones contra los estudiantes se presentaron a lo largo de la Ciudad de México desde junio de ese año, y en todas el uso de la fuerza pública era cada vez mayor.

Desde junio y julio se tienen registros de los conflictos entre la fuerza pública y estudiantes universitarios e incluso de preparatoria. El 22 de julio se suscitó una disputa entre integrantes de la preparatoria privada Isaac Ochoterena y estudiantes de la Vocacional número 2 del Instituto Politécnico Nacional. Cuatro días más tarde, el 26 de julio, la Federación Nacional de Estudiantes Técnicos protestaba mediante una manifestación, por la intervención de la policía en el conflicto del 22 de julio, la manifestación fue duramente reprimida y al siguiente día se presentaron varios enfrentamientos entre estudiantes y fuerzas del orden público.

El ejército nacional y la policía, el 29 de julio con un disparo de basuka que derribó la puerta colonial de la preparatoria número 1, se tomaron los planteles de la Preparatoria Nacional y el Instituto Politécnico Nacional, los mismos que fueron devueltos hasta el tres de agosto a la Universidad Nacional Autónoma de México. El cinco de agosto un multitudinario grupo de estudiantes realizó una manifestación que partió del Zacatecano hacia el casco de Santo Tomás en la UNAM.

La primera manifestación de gran formato se llevó a cabo el 13 de agosto y partió del Museo Nacional de Antropología hacia el Zócalo de la capital. Los estudiantes demandaban entre otras cosas, el cese del jefe y subjefe de la policía, general Cueto Ramírez y coronel Mendiolea Cerecero, y la derogación del artículo 145 y 145 bis del Código Penal, que se sancionaba el delito de disolución social. El Consejo Universitario en sus demandas, coincidió con los estudiantes. Se sumaron al movimiento estudiantes del Conservatorio Nacional y de la Normal Superior.

El 27 de agosto de nueva cuenta otra manifestación estudiantil partió del Museo de Antropología al Zócalo, los jóvenes que permanecieron allí fueron desalojados a la madrugada por la fuerza pública, el 13 de septiembre tuvo cabida la famosa manifestación del Silencio, a lo largo del Paseo Reforma, ésta ya contaba con grupos obreros en sus filas. El 18 de septiembre el ejército se tomó Ciudad Universitaria que se mantuvo así hasta el uno de octubre, las únicas actividades que continuaron fueron las de difusión cultural e investigación.

EL TRÁGICO DÍA

El dos de octubre de 1968 se realizó un nuevo mitin en la Plaza de las Tres Culturas de Tlaltelolco, la fuerza pública terminó por abrir fuego contra la multitud y el Edificio Chihuahua, donde supuestamente se encontraba el Consejo Nacional de Huelga. Nunca se manejó una versión oficial con el número de víctimas, aunque muchos periodistas internacionales que se encontraban en el lugar, investigadores y otros testigos, hablan de más de 350. Muchos corresponsales de prensa estaban en México para esas fechas, los Juegos Olímpicos se inauguraban diez días más tarde.

Una secuencia fotográfica perteneciente a la AP (Prensa Asociada) fue publicada al día siguiente en dos periódicos de los Estados Unidos y una revista francesa, las fotografías fueron utilizadas también por algunos medios de comunicación de países de América Latina y Europa que publicaron la información a lo largo de esa semana. El silencio que se suscitó en los medios de comunicación nacional, se debió según comentan varios periodistas de la época, a la censura que ejerció el estado en esos días.

En la página número diez, de la primera sección del diario The Washington Post, en la edición del tres de octubre quedó registrado el hecho: “Un hombre y una mujer piden ayuda, mientras una tercera persona yacía muerta a su izquierda, momentos después, la mujer fue muerta; el hombre también murió”, una imagen complementa la nota.

Al día siguiente en la edición del cuatro de octubre Los Ángeles Times registra en su primera plana: “La muerte llama dos veces”, y describe parte de lo que registra en la fotografía: “Un hombre y una mujer se abrazan en un balcón de la Ciudad de México, donde quedaron atrapados en una balacera. Otro hombre, a su izquierda, está muerto. Al centro, la mujer, que ha sido herida, baja la cabeza, mientras su compañero la levanta; él ha muerto. Ella sobrevivió”.

El periodista Claude Klejman, del vespertino Le Monde escribió para su diario, entre otras cosas: “A la inversa de la versión dada por la mayoría de los diarios mexicanos, en este momento no se disparó un solo tiro desde los edificios que rodean la plaza, ni tampoco de las azoteas. En cambio, entre la multitud se ven hombres vestidos de civil, con un guante blanco en la mano izquierda, que hacen señales a los militares. Después de esas señales, estos últimos abren un fuego nutrido contra la multitud. Los soldados van llegando de todas las calles. Habrá mas de cinco mil... estos soldados matan. La mayoría de los estudiantes ayudan a las mujeres a escapar, las protegen. ¿Cuántos muertos? ¿Cincuenta... doscientos?”.

40 AÑOS DESPUÉS

A 40 años del lamentable hecho, víctimas y familiares de quienes cayeron en la matanza, todavía piden justicia y solicitan que se cuente la verdad de los hechos. A lo largo de cinco años la Fiscalía Especial Para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado realizó una ardua investigación y en enero de 2005 solicitó la aprehensión de 55 personas por su presunta responsabilidad en la matanza. Los nombres del ex-presidente Luis Echeverría, el ex-procurador general de la república Julio Sánchez, al igual que el capitán Luis de la Barreda, fueron revelados públicamente sin que eso significara un esclarecimiento jurídico favorable.

La impunidad y la falta de justicia han hecho que a lo largo de estos cuarenta años escritores, cineastas, intelectuales y artistas en general hayan creado sus propias versiones del fatal dos de octubre. Investigaciones independientes, testimonios novelados y registros de prensa internacional, son parte de las versiones que existen de la matanza de Tlaltelolco, 1968 fue un año en el que los derechos humanos y las manifestaciones universitarias fueron grandes protagonistas, en México sin duda el dos de octubre fue el hecho más relevante del 68.

Para recordar...

A lo largo de 40 años muchos escritores, investigadores e intelectuales han registrado tras sus propias investigaciones, obras que sin duda se convierten en una versión a falta de certeza jurídica que esclarezca el hecho.

- Película Rojo Amanecer, dirigida por Jorge Fons.

- Novela Muertes de Aurora, escrita por Gerardo de la Torre.

- El libro La noche de Tlaltelolco, de Elena Poniatowska.

- Novela Los Días y los Años, escrita por Luis González de Alba.

- Libro “68”, New York: Seven Stories Press, 2003, de Paco Ignacio Taibo II.

- Libro Parte de Guerra, Tlaltelolco 1968, de Carlos Monsiváis y Julio Scherer.

- Película Ni Perdón, ni Olvido, del realizador suizo Richard Dindo.

- Novela Amuleto, del escritor Roberto Bolaño.

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Escrito en: Tlatelolco

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