El IMSS recomienda cambiar los malos hábitos alimenticios después de sufrir un infarto, y hacer ejercicio.
TORREÓN, COAH.- Evitar el consumo de grasas saturadas, comer sólo una vez a la semana carne roja y huevo, dar preferencia a la de pollo, pescado, verduras verdes, frutas y tomar dos litros de agua al día, son los cambios en la alimentación que deben seguir las personas que sufrieron un infarto o se les detectó alguna enfermedad.
La especialista en nutrición y dietética del Instituto Mexicano del Seguro Social en Coahuila, Trinidad Paredes Guerrero, señaló que estos cambios en la alimentación los debe asumir toda la familia, no sólo como medida preventiva sino para apoyar al paciente en el cambio de su alimentación.
Con ello, dijo la especialista, para controlar mejor el estrés, es necesario hacer algún deporte o ejercicio, por lo menos caminar 30 minutos diarios, siempre bajo prescripción si se sufrió un infarto.
Comentó que todo tipo de obesidad o sobrepeso es un riesgo para la salud, sin embargo tratándose del corazón, la más peligrosa es la de tipo androide, que se conoce popularmente como “pancita o curvita de la felicidad” porque la grasa se acumula en el centro del abdomen.
“Se deben evitar los ayunos prolongados (no rebasar las seis horas sin consumir alimentos) pues esto provoca que el cuerpo secrete o produzca grasas saturadas y colesterol malo como mecanismo para contrarrestar la falta de comida”.
Además, dijo, al comer se debe procurar iniciar con ensalada de vegetales de preferencia los de hoja verde por contener ácido fólico porque ayuda a disminuir el riesgo de infarto, pues esta sustancia estabiliza y refuerza el músculo del corazón, y evita la formación de trombos.
“Lo ideal es por lo menos mezclar tres vegetales y uno de ellos debe ser verde”, y agregó que es importante consumir entre uno y dos litros de agua durante el día, además de no ingerirla rápidamente porque eso hace ir al baño más veces y al orinar más se elimina potasio, lo cual causa calambres, sensación de pies cansados y fatiga.
Trinidad Paredes Guerrero advirtió que el paciente cardiópata debe consumir de preferencia cereales integrales de los cuales el más recomendable es la avena, que ayuda a eliminar el colesterol malo, además de que este alimento “no engorda” puesto que dos cucharadas de avena de hojuela equivalen a una tortilla o rebanada de pan.
Consejos
Algunos consejos para mejorar la salud:
Controlar mejor el estrés.
Caminar 30 minutos diarios, siempre bajo prescripción si se sufrió un infarto.
Evitar los ayunos prolongados (no rebasar las seis horas sin consumir alimentos).
Consumir entre uno y dos litros de agua durante el día.
FUENTE: Profeco
