Después de acudir a la procesión viviente en el templo de Los Ángeles, ayer, como cada año, cientos de familias abarrotaron jardineras, fuentes y cada una de las diferentes zonas de juego y de paseo en los parques Guadiana y Sahuatoba.
Miles de familias presenciaron el tradicional Viacrucis viviente en diversas partes del estado
El Siglo de Durango
Como cada año, ayer, miles de familias duranguenses presenciaron la Pasión y Muerte de Jesucristo a través de decenas de representaciones del tradicional Viacrucis viviente en diversas partes del estado.
Este tipo de escenificaciones, en algunos casos protagonizadas por los mismos fieles de cada parroquia, se registraron este Viernes Santo en prácticamente todos los templos a lo largo y ancho de la zona urbana y del medio rural en el municipio de Durango.
Pero, pese a que en la parroquia o en el templo de cada colonia y fraccionamiento se desarrolló una representación similar de las últimas horas de Cristo vivo en la tierra, hubo Viacrucis que refrendaron mayor tradición y más arrastre de espectadores.
Los casos más representativos fueron, evidentemente, los eventos que se desarrollaron este viernes en Catedral, Sagrado Corazón, Nuestra Señora de Fátima, San Agustín, Los Ángeles y Analco, entre otros.
La cita fue casi idéntica para todas estas puestas en escena -a las 11:00 horas-, en las que se recuerda de forma viviente la procesión y el momento de la crucifixión del Hijo de Dios, en sintonía con la penitencia que reclama del Calendario Litúrgico para el Viernes Santo.
En algunos casos como en el Templo de Los Ángeles, el Viacrucis viviente siempre va acompañado de vestimentas semejantes a las de la época en la que murió Jesús, con protagonistas preparados y atentos a su guión, con equipo de sonido y un público vasto.
Después de acudir a la procesión viviente en este lugar, ayer, como cada año, cientos de familias abarrotaron jardineras, fuentes y cada una de las diferentes zonas de juego y de paseo en los parques Guadiana y Sahuatoba.
El clima fue propicio para que las piletas y fuentes recibieran a pequeños bañistas, quienes sin traje de baño ni la indumentaria de una alberca simplemente se despojaron de su ropa y se metieron al chapuzón con la complacencia de sus padres.
En San Agustín es tradición que el evento del Viernes Santo lo protagonicen los miembros de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno, que venera esta imagen en el Templo de San Agustín desde fines del siglo XVII.
Alrededor del fervor a la imagen, los cofrades de esta organización, vestidos de morado, color que representa el luto en la antigua tradición católica, viven los Días Santos con un peculiar estilo que en Durango solamente es visto en este histórico templo.
Es que, los Hermanos de San Agustín o los Morados de San Agustín, como también se conoce a los miembros de esta cofradía, desde el Miércoles Santo empiezan a llegar al templo y allí permanecen hasta el Sábado Santo en que se retiran a sus diversas poblaciones.
Otra de las procesiones con mayor arraigo es la de la Parroquia de San Juan Bautista de Analco, por el hecho de que en este sitio son niños quienes hacen los papeles de cada uno de los actores que protagonizan el Viacrucis viviente en ese lugar.
Comentario
En opinión de Víctor Manuel Solís, párroco del Templo de Santa Ana y la Sagrada Familia y vocero de la Arquidiócesis:
“En el Víacrucis la figura protagónica es Jesús de Nazaret, el Dios hecho hombre que dio su vida para redimir los pecados de la humanidad.
“Por ello, desde los primeros siglos la Iglesia Católica comenzó a vivir con intensidad el recuerdo de la Pasión de Cristo”.
“La Iglesia recuerda esos momentos y nosotros como creyentes vamos condicionando nuestra vida basada en esa experiencia de dolor, aspecto que se evidencia, pues México es un pueblo crucificado al sufrir en el aspecto económico”.
Fuente: Entrevista a Víctor Manuel Solís, vocero de la Arquidiócesis de Durango.
