Ionne Villarreal presenta los resultados de la beca del PACMYC
TORREÓN, COAH.- Irritilas 2002 es el título de la exposición que presentará la pintora lagunera Ionne Villarreal, en el Centro de las Artes del Instituto Coahuilense de Cultura (Icocult) Laguna. La muestra será inaugurada mañana en punto de las 20:30 horas.
En esta ocasión la artista ofrece 12 obras pictóricas, las cuales son el resultado de la beca que obtuviera por parte del Programa de Apoyo a las Culturas Municipales y Comunitarias (PACMYC), en la edición 2001-2002.
A través de estas obras, Ionne Villarreal muestra cómo en La Laguna los Irritilas recorrían los territorios que en la actualidad corresponden a los municipios de Gómez Palacio, San Pedro de las Colonias, Torreón y Parras de la Fuente.
Para poder realizar estos trabajos, Ionne se dedicó a estudiar libros y documentos que hablaran acerca de estos primeros asentamientos en La Laguna. De ahí concluye que “la historia consigna que cuando Antón Martín Zapata y el padre Juan Agustín de Espinoza fundaron Santa María de las Parras lo hicieron con indígenas Irritilas, Mayranas y Mexicaneros”.
Otra de las tribus encontradas por los misioneros fue la de los Tobosos, nómadas y crueles que habitaban en la parte norte de la Comarca Lagunera, en lo que es el Bolsón de Mapimí y hasta el Río Bravo.
Según los antecedentes históricos al sur del también llamado Río Grande, la presencia de nativos la conformaban Lipanes, Conchos, Coahuiltecos, Tepehuanos, Irritilas y Zacatecos, entre otros.
La supervivencia en el semidesierto obligaba a aquellos nativos a desempeñarse como cazadores, recolectores de frutos y pescadores. De hecho, la naza, una especie de cesta en la cual quienes la tejían con varas de río, dejaban un orificio para que los peces entraran pero no pudieran salir, fue ideada por esos nativos, que sumergiéndola en el agua, la sacaban al día siguiente colmada de peces, ya fuese en el río de las nazas o bien, en el Aguanaval y las numerosas lagunas que entonces había por aquellas tierras.
La calabaza silvestre fue otro elemento que el semidesierto aportó a los primeros pobladores de la Comarca Lagunera. En ellas, hacían horadaciones a fin de colocarlas sobre su cabeza, para luego introducirse en las aguas quietas de ríos y lagunas con el objetivo de capturar patos, a los que se acercaban sin que las aves recelaran, pues no veían nada extraño a su alrededor, salvo calabazas flotantes. Los nativos se aproximaban y tomaban a las aves de las patas, mientras nadaban.
Otros elementos del desierto que significaban un sustento para los nativos, fueron las vainas de mezquite y el fruto del nopal: la tuna. Así como también, la flor de la palma del desierto y plantas xerófitas, como la biznaga.
Para cuestiones de vestido, utilizaban desde puñados de hojas de los árboles, con los cuales cubrían sus genitales, hasta pieles de conejo y de venado. Las mujeres usaban faldas confeccionadas con pieles de animales, no se cubrían el pecho.
Los utensilios que empleaban eran de piedra o bien, tejidos con fibras vegetales. A su manera, las tribus que conformaron la nación Chichimeca, entre las que figuraron Irritilas, Tobosos y Laguneros, rendía culto a los elementos de la naturaleza.
De estos estudios, Ionne Villarreal presenta su exposición Irritilas 2002, la cual será inaugurada mañana a las 20:30 horas. La entrada es libre.
