En medio de los casos dados a conocer sobre jueces y magistrados investigados por enriquecimiento ilícito, la ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Margarita Luna Ramos, hizo un llamado a nuevos juzgadores a no "doblegar" su criterio ante factores externos.
En el Salón de Plenos de la SCJN, la ministra Luna Ramos recordó que México requiere de juzgadores firmes y congruentes en su vida pública y privada, pues la honorabilidad no queda sujeta a un horario de labores, sino debe reflejarse en su actuar cotidiano.
"Hombres y mujeres conocedores de la condición humana; reflexivos, abiertos a escuchar a las partes, sin con ello dejar de afectar la libertad de conciencia y su imparcialidad; nunca inclinarse ni doblegar su voluntad por prejuicio o interés alguno; de convicción y firmeza de carácter; de prudencia y sensatez; de buena fe, pero no ingenuos", añadió.
Afirmó que la perfección no es fácil de alcanzar, pero sí la excelencia y la práctica de las máximas virtudes, que dependen solo de la voluntad para trabajar y hacer de la función jurisdiccional un auténtico servicio.
"Tampoco somos infalibles pero si estamos comprometidos férreamente con la verdad; nunca habremos de esquivarla deliberadamente sino agotar, hasta donde nuestras capacidades lo permitan, su esclarecimiento, con conocimiento y convicción por encima de todo", expuso.
La Ministra destacó que el país vive hoy profundas transformaciones, nuevas instituciones aparecen en el escenario nacional y nuestro sistema jurídico evoluciona tratando de estar acorde a los cambios políticos económicos y sociales. "El progreso es un reto que nos incumbe a todos".
Sostuvo que el aterrizaje de las reformas constitucionales y su eficaz aplicación requiere de conjunción de esfuerzos de toda una comunidad jurídica; de apertura en la discusión en la que se privilegie la evolución del derecho, sin desechar aquellos criterios que por constituir la base de nuestro sistema el Constituyente conserva inmutables.