Mala experiencia. Momentos de angustia y tensión vivieron los pasajeros en el aeropuerto.
Un grupo de aproximadamente 40 usuarios de la línea Viva Aerobús, cuyo destino era la ciudad de México, debieron quedarse en Torreón debido a que la aerolínea les canceló de último momento y sin motivo aparente sus boletos de regreso.
Corina Franco, usuaria, quien dijo tener su domicilio en la ciudad de Puebla, señaló que tuvo que venir a la ciudad de Torreón por un problema familiar por lo que compró un boleto redondo por vía electrónica, mediante el cual lo único que tenía que hacer es presentarse minutos antes de la hora del vuelo, mostrar su credencial de elector y solicitar su pase de abordar.
La usuaria explicó que realizó todo el tramite correspondiente y al llegar a la ventanilla para mostrar los documentos a la encargada, levantó sus cosas y sin dar ninguna explicación se retiró.
"Todo ello a pesar de que en la fila nos encontrábamos esperando más de 40 personas que teníamos nuestros boletos de regreso a la ciudad de México a las 20:10 en el vuelo número 3261", acotó.
"Se le pidió una explicación y sólo dijo que ya nadie podía abordar porque el avión iba a cerrar, sin embargo en el monitor del aeropuerto señalaba que dicho avión venía con retraso de la ciudad de México", añadió.
Los usuarios esperaron por más de una hora, y buscaron quién les diera explicaciones sin éxito.
"En la sala de abordar fuimos rodeados por personal del Ejército y la Policía Federal, quienes se concretaron a decirnos 'no pueden pasar y no hay nadie que los atienda'", narró Franco.
"Mucha de las personas que nos quedamos varados no somos de aquí, no tenemos dinero para hoteles o movilizarnos en otro tipo de transporte, además algunos tenemos que trabajar mañana (hoy) y aquí nadie se hace responsable a pesar de que se supone es un Aeropuerto Internacional"
"Se quedaron con nuestro dinero y no nos dieron el servicio", señaló la usuaria.
Por su parte Teofilo Ríos, otro de los usuarios de dicha línea, se mostró molesto por la actitud que tomaron los militares y federales al impedirles el acceso "nos querían intimidar", aseguró.
Los quejosos quisieron hablar con los encargados del aeropuerto sin tener suerte, ya que se les negó la entrevista.
