El director general de Petróleos Mexicanos (Pemex), Emilio Lozoya, reconoció que la empresa Oceanografía, actualmente intervenida por el SAE, no causó ningún quebranto económico a la paraestatal y que la naviera continúa prestando servicios a Pemex aunque ya no es la principal proveedora pues su participación ha venido disminuyendo.
Entrevistado en el espacio noticioso de Joaquín López Dóriga en Radio Fórmula, el funcionario federal explicó, por otra parte, que la venta del paquete accionario de Pemex de la empresa española Repsol obedeció única y exclusivamente a una decisión de negocios y mercado ante la posibilidad de canalizar la inversión a mejores proyectos que abrirá las leyes secundarias en materia energética.
Sobre el tema de Oceanografía, aseguró que Pemex actuó responsablemente al sancionar a las empresas que no prestaron en tiempo y forma los servicios contratados y al coadyuvar con la Procuraduría General de la República, que es la instancia que conduce la investigación.
Indicó que el de Oceanografía es un fraude entre privados entre la naviera y la institución crediticia que respaldó las operaciones y que en el caso del uso de papelería y documentos apócrifos de Pemex, se presentó la denuncia ante la Procuraduría General de la República (PGR).
Insistió que una vez que el Servicio de Administración y Enajenación de Bienes (SAE) intervino por orden de un juez a Oceanografía, Pemex actuó responsablemente para evitar un daño patrimonial al sancionar al prestador de servicios a través de los contratos firmados o bien rescindir los contratos con base en las cláusulas.
Indicó que si bien hubo inconvenientes en los días y semanas que siguieron al anuncio de intervención, Pemex aceleró sus trabajos con otras firmas, promoviendo así que haya más jugadores en la prestación de servicios, y evitando que se causara un problema de producción.
Sobre la decisión de la desincorporación de las acciones en Repsol, reiteró que se trató de una decisión de negocios motivada por el entorno que se desarrollará Pemex con la aprobación de las leyes secundarias en materia energética.
Indicó que también obedece a la baja rentabilidad de las acciones de Repsol, a las diferencias con el gobierno corporativo de la empresa española, y la posibilidad de invertir en proyectos más rentables en México.
Finalmente, confió que este tema no forma parte de la agenda a tratar entre los gobiernos de México y España durante la visita que realizará el presidente Enrique Peña Nieto a esa nación esta semana.
